La llegada de Donald Trump a la presidencia de los Estados Unidos, ha traído para México, cambios en diversos aspectos de la vida política, económica, social y cultural.
Algo que ha caracterizado al presidente norteamericano, es la dura política que ha manejado, desde sus días de campaña. Algo a destacar de todo esto, es la renegociación que quiere hacer, acerca del Tratado de Libre Comercio que existe entre México, Canadá y los Estados Unidos.
Una política voraz, invasiva, es la que busca, para hacer que dicho tratado mejore las condiciones, en beneficio de su país. Quiere que sea justo para su país.
Son varios los puntos y sectores importantes que marcarían esta nueva forma de comercio entre los países.
El sector agropecuario, el energético, las inversiones, la migración, cambio de aranceles y negociaciones, están contempladas en sus planes, luego de firmar otra vez el tratado.
Para México resultaría, en cierto grado benéfico, siempre y cuando se haga de la manera correcta, anteponiendo los intereses de millones de mexicanos, solventando el trabajo de las empresas de nuestro país, mirando a futuro sobre posibles nuevos cambios globales.
Una batalla diplomática que dará de que hablar por un buen tiempo. Pero que a la larga puede traer buenos dividendos, y no dañarían directamente a la economía mexicana.
Si el gobierno mexicano no cede, y no acepta cualquier demanda, podremos ver cambios, México se volverá un país atractivo para las inversiones, la industria se reactivaría.
Son ya 20 años de este tratado, 20 años en los que no hemos sabido explotar de manera correcta, los beneficios para la economía mexicana.
¿Será la renegociación el camino indicado, el camino por el que México debe continuar?