El Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) dio a conocer en un informe, que las carencias sociales en el país, durante el periodo 2014-2015, se redujeron con respecto a años anteriores.
Son seis los indicadores que se miden para obtener resultados; la carencia del acceso a seguridad social tuvo la mayor reducción, y todavía uno de cada cinco mexicanos sufre de falta de acceso a la alimentación.
En 2015, Coneval e Inegi, modificaron la metodología en las encuestas del Módulo de Condiciones Socioeconómicas, así fue como se obtuvieron estos resultados.
También se presentó, con base a otra metodología, la evolución del ingreso laboral per cápita de los hogares, de 2010 a 2016, que sólo considera los ingresos provenientes del trabajo de los integrantes del hogar. Se encontró que, entre 2014 y 2016, el poder adquisitivo del ingreso creció 5.9 por ciento.
También se presentó una reducción en la carencia de acceso a los servicios de salud, a la carencia de acceso a servicios básicos en la vivienda, de rezago educativo, y por calidad y espacios de la vivienda. Preocupante que la población de 65 años o más, no tenga acceso a la seguridad social.
Coneval explicó, sobre el diferendo con el Inegi, (que resulta ilógico y completamente contradictorio), que tras un proceso de análisis conjunto, las carencias sociales estimadas a partir del Módulo de Condiciones Socio Económicas (MCS 2015), publicado por el Inegi el 15 de julio de 2016, son consistentes y comparables con la serie histórica.
Dijo también, que el Inegi continúa analizando los factores que permitan explicar la inconsistencia que el MCS 2015, muestra para el ingreso, entre 2014-2015. Agrega que Coneval “continuará con sus estándares de proporcionar a la ciudadanía, únicamente estadísticas sustentadas en información validada técnicamente, que sea consistente”.
Es en este punto que nos preguntamos, ¿A quién realmente creerle, al Inegi que adaptó sus estrategias para demostrar algo que no se percibe en la sociedad, o al Coneval, que sustenta sus informes en información recolectada y validada?
O, con qué finalidad el Inegi “maquilla” y adapta estos informes; que hay detrás de los datos que supuestamente recaban, esto nos hace recordar que en 2016, dijo que el ingreso había aumentado un 33.6%. Sí, según ellos, los ingresos de los mexicanos crecieron pero, en contraste, el número de pobres en el país continuaba aumentando.
Datos contradictorios, esquemas de estudio dudosos, todo se conjuga para que la información proporcionada se ponga siempre en tela de juicio.
De lo que se está seguro, y eso el país entero lo percibe, es que la pobreza no disminuye ni lo hará, si no existe un cambio real en pro de los millones de mexicanos que se encuentran en condiciones deplorables de vida.