Es bien sabido por todo el planeta, el conflicto bélico que lleva años destruyendo Siria. Todos los días se pueden ver las matanzas, atentados, crímenes y toda la violencia que sufren sus habitantes.
El grado de terror que experimentan es cada día mayor, y se agrava con el tiempo, mientras que las naciones del mundo, solo miran como un pueblo es destruido por intereses que no benefician en nada a dicho pueblo.

Petróleo, territorio, recursos energéticos, poder político y militar, son muchas de las razones por las que esta guerra estalló. Son éstas y todas las razones por las que millones de inocentes han perdido la vida. Rebeldes contra fuerzas armadas, todos ellos contra la sociedad civil, que sin razón clara, paga las consecuencias que tiene el interés de los más poderosos.
La guerra en Siria no se detiene, pero ya tiene una nueva causa: el agua.
Sí, la falta de agua en Siria se está ya convirtiendo en un motivo más de guerra. Así es, la guerra en este país de Medio Oriente se hace más cruda por la escasez de agua.
Según datos de la ONU, 15 millones de personas sufren escasez de agua en Siria, esto a consecuencia de cortes prolongados en su suministro, a que combatientes hacen explotar las tuberías, a que la gente tiene miedo de movilizarse en búsqueda del líquido vital.

El agua se volvió ya, una cuestión de seguridad nacional, para Siria y países vecinos.
Las personas no saben en dónde será el próximo ataque, en dónde detonará la siguiente bomba, el temor de morir es latente. Los constantes enfrentamientos han destruido o inutilizado los depósitos de agua potable.
La falta de agua en los hogares, obliga a las personas a beber agua de cañería, de charcos, que normalmente se encuentra contaminada, y que, a la larga representa otra amenaza para quienes la beben.
“El agua potable es tanto una necesidad básica como un derecho fundamental, en Siria y en cualquier lugar”, comentó Peter Salama, director regional de UNICEF en Oriente Medio.
Esta guerra ha ido acabando con los derechos y libertades del pueblo sirio, ha mermado sus condiciones de vida, ha terminado con sus esperanzas y sueños.
Ha violado sus derechos humanos básicos, haciéndolos objetivos de guerra, ahora la guerra no solo se trata de balas y explosiones, llegó al punto de cortar tuberías y secar cuerpos.
