La izquierda es la voz de los muertos
Tomás Segovia
Nació el 8 de septiembre de 1955 en la Ciudad de México. Dení Prieto Stock, era hija de Evelyn Stock y del dramaturgo y periodista, Carlos Prieto Argüelles. En una familia de intelectuales ateos, con visiones diferentes de la vida actual, de la situación que aquejaba en aquel entonces a nuestro país.
La poesía y el marxismo marcaron los ejes de su vida desde temprana edad, la rebeldía comenzó a correr por su sangre y sus pensamientos, cuando apenas era una niña.
Estudió el bachillerato en el Colegio Madrid, en donde participaba ya en brigadas comunitarias con campesinos. Su sentido de humanidad y rebeldía no eran normales para una joven de su edad.
La historia de Dení ha sido un secreto para muchos. Su influencia y aporte a las protestas sociales en México debe ser reconocida y admirada.
Los años pasaron y Dení continuaba en su lucha personal, en su afan de ver mejoras en la cultura y sociedad mexicana.
Participe activa en los movimientos estudiantiles de 1968 y 1971. En este último año, conoce al hijo del entonces presidente Luis Echeverría, al que lo increpa por la matanza de estudiantes durante El Halconazo. “Tu papá es un asesino”.
Años después, el suyo también.
Fue una muchacha que decidió vivir y morir por la patria y la justicia.
En aquellos años, el PRI se regia bajo una hegemonia de represión, desapariciones, asesinatos y violencia. Una democracia que parecía más una dictadura, como las que existían en Chile y Argentina. Una guerra sucía en México predominaba en todos los aspectos de la vida.
Fueron estas luchas en países latinoamericanos, los que motivaron a Dení a hacer algo más allá, a buscar la manera de cambiar esto.
Fue clave en la formación de las Fuerzas de Liberación Nacional (FLN), grupo insurgente formado por jóvenes mexicanos. Fueron ellos quienes sembrarán las bases de la creación del conocido Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN).
María Luisa fue su nombre de guerrillera; su manera de ver y comprender las cosas marcaron pauta entre sus compañeras: luchas contra el capitalismo, debates ideológicos, pensamientos libertarios.
Dení fue asesinada a los 19 años. Durante un ataque a la “Casa Grande”, por parte de las fuerzas represoras echeverristas.
Una granada le hizo perder sus lentes, fue una de las primeras en caer durante ese crimen de estado. María Luisa fue la más jóven de los muertos en esa noche.
El EZLN reconoce en Dení uno de sus pilares; su lucha es recordada con admiración y respeto.
Muchas voces fueron calladas en México durante esta época, muchos rebeldes perecieron por una causa justa, por un país mejor.
Dení significa FLOR en otomí y así como lo decía su nombre, sembró en el alma de muchos, ese espiritu de lucha y rebeldía.