“El palacio de la locura” fue como se le llegó a conocer.
Fue inaugurado el 1° de septiembre de 1910, esto como parte de los festejos del Centenario de la Independencia de México. A la inauguración asistió el presidente de la república don Porfirio Díaz y personajes de la alta sociedad mexicana.
La Castañeda fue un centro de reclusión para enfermos psiquiátricos durante el Porfiriato, fue construido, con base en el hospital psiquiátrico parisino “Charenton”.
Estaba edificado sobre una antigua hacienda pulquera en Mixcoac, que gozaba de una vasta extensión territorial, lo que le permitió tener hasta veintitrés pabellones, poblados por enfermos.
El que sería uno de los emblemas del progreso mexicano, se convirtió poco a poco en un episodio lamentable para la medicina psiquiátrica de nuestro país.
Diversos factores pusieron a La Castañeda en un sitio negativo, el mal cuidado que se daba a los pacientes, negligencia médica , condiciones sanitarias degradantes, y hasta la tortura hacía los mismos, convirtió a este centro de rehabilitación, en un lugar de terror, en un lugar que muchos hubieran deseado que jamas hubiera existido.
A pesar de estos episodios de una conducta inhumana, La Castañeda duró más de 58 años en servicio. El presidente Díaz Ordaz ordenó su demolición el 29 de junio de 1968, meses antes de la matanza de Tlatelolco, para que este infame establecimiento no causara alboroto durante las olimpiadas, que estaban en camino.
Todo lo sucedido en este hospital, quedará en la historia mexicana; a pesar de esto es considerado como “la cuna de la psiquiatría mexicana” y gran parte de la medicina de nuestro país.
Tiempo después, su fachada fue trasladada piedra por piedra a Amecameca, por Arturo Quintana, donde hoy resguarda un convento.
Un sitio que sería un centro de regeneración para las personas, un sitio de esperanza y de reintegración a la sociedad, se transformó, para mal, en el terror de los enfermos.