23 de marzo de 1994, la tarde en que el candidato del Partido Revolucionario Institucional (PRI) a la Presidencia de la República, Luis Donaldo Colosio, fue asesinado.
Ocurrió en la colonia Lomas Taurinas, en Tijuana, Baja California, tras finalizar un acto de campaña con vistas a la elección presidencial.
Mario Aburto, el homicida, realizó disparos en contra de Colosio mientras éste caminaba entre sus simpatizantes.
Su asesinato fue un acontecimiento que cimbró a la sociedad mexicana, un hecho que quedó marcado en la historia mexicana, el magnicidio que, hasta la fecha, se sigue recordando entre la sociedad mexicana.
Las razones verdaderas no se conocen aún, desde ese día, comenzaron a surgir muchas teorías sobre los autores intelectuales y por qué lo hicieron. De si es realidad fue solo un hecho aislado o fue algo planeado desde las altas esferas políticas del país.
Vamos a repasar algunas de las teorías que desde hace años se han planteado, de las causas de la muerte de uno de los políticos que se pensaba, podría cambiar a México.
Hubo al principio, la única certeza de que Aburto había planeado solo el asesinato. después surgieron otras versiones de que era simpatizante del EZLN y era miembro de grupos opositores. No se encontraron otros motivos reales y fue condenado a 45 años de cárcel.
Otra versión, dijo que Colosio recibió una llamada telefónica la mañana del día de su asesinato, en la que se le advertía que debía renunciar a la candidatura presidencial.
Unos años después de su muerte, la PGR anunció que había existido un complot en el que se encontraron pruebas de la existencia de un segundo tirador.
Se arrestó a Othón Cortés, que era en ese entonces el acusado como segundo tirador. Salió de la cárcel en 1996 por falta de verdaderas pruebas que comprobaran su culpabilidad.
Otra teoría, fue la que involucró al narcotráfico. Se dijo que el asesinato había sido por órdenes de Juan García Ábrego, excapo del cártel del Golfo, porque Colosio había despreciado millones de dólares para su campaña, ofrecidos por su hermano, Humberto García Ábrego.
Y así fue como la PGR generó y desechó estas y otras teorías más, que nunca llegaron a comprobarse y que solo daban paso a más sospechas y dudas en todos los ámbitos del país.
Se fijo un plazo de 35 años para continuar con la investigación; cuando Fox era presidente, se realizó una solicitud para analizar de nuevo el expediente.
En 2004 se informó, que la revisión del caso no arrojaba nada nuevo, las investigaciones se encontraban estancadas y no existían nuevas pistas o indicios para continuar con las mismas, por lo que se declaró que no había motivos para seguir adelante.
Un crimen que conmocionó a México, en un tiempo repleto de incertidumbre y muchas tensiones sociales y políticas, un tiempo en que la esperanza de millones de mexicanos estaban puestas sobre un hombre, uno que pintaba para hacer algo real por el bien colectivo, un hombre que murió, piensan muchos, por no encajar con la ideología de su partido político.
Colosio fue y será, uno de los pocos buenos políticos de los que se puede hablar hasta la fecha.