El 12 de julio de 2017, dos personas murieron luego de que un enorme socavón, abierto sobre la carretera México-Cuernavaca, en el famoso Paso Exprés Tlahuica, se comiera el auto en el que viajaban para ir a trabajar.
Resulta macabro que el gobierno de México utilice dinero público para hacer obras, que robe dinero en materiales y gestión, y luego simplemente se lave las manos cuando las víctimas de la corrupción le pidan una respuesta.
El Paso Exprés ya había sido denunciado por su pésima construcción, habitantes de la zona habían pedido la atención de las autoridades, porque los hundimientos eran constantes y se agravaban con la época de lluvias.
La Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) nunca dio la cara, incluso cuando el gobierno de Morelos le hizo recomendaciones, porque era evidente el peligro que se avecinaba en la zona.
Las dos víctimas dejaron familias enteras, mismas que no han recibido más que rechazo y migajas de los funcionarios públicos, quienes incluso les han advertido lo difícil que sería emprender un juicio contra la SCT, y todo el poder que ésta tiene sobre los órganos de impartición de justicia en el país.
El secretario, Gerardo Ruiz Esparza, titular de la SCT, niega que haya habido algún acto de corrupción en torno al Paso Exprés, y afirma que el accidente fue culpa de la naturaleza, un hecho trágico por el cual no pagarán ni un centavo a los deudos de las víctimas.
Cabe destacar que la obra costó dos mil millones de pesos y fue inaugurada por el presidente Enrique Peña Nieto, tan sólo unos meses antes de que ese enorme agujero se tragara el auto.
Usuarios de carreteras federales deben estar atentos a no ser víctimas de la naturaleza, de la negligencia y de la corrupción, cuando transiten, ya que evidentemente nadie estará dispuesto a dar la cara a la hora de la tragedia.
No es la primera vez que esto sucede, pero pese a eso, son incontables las obras públicas que hoy se hacen en distintos estados del país, obviamente todas pagadas con el dinero de los impuestos. ¿Serán esas otras bombas de tiempo, esperando a estallarnos en la cara?