John F. Kennedy fue una leyenda, más que por su vida, por la manera en que la perdió, su muerte ha girado alrededor de historias y mitos que se tejieron acerca de ello.
Desde el día de su asesinato, Kennedy está en el centro de una polémica que, esencialmente está centrada en él y sus obras. Fue el primer personaje político de la era de la televisión, por ello su asesinato causó tanto impacto y revuelo en la sociedad. 93% de las casas con televisión, sintonizaron en algún momento, lo que fue una cobertura masiva.
La imagen de Kennedy ha sido la de un gran Presidente asesinado. Mientras que para muchos historiadores y políticos de la época, es una idea con la que no comulgan mucho.
Era más conservador y menos efectivo que lo que dice su leyenda, ya que muchos logros que se le atribuyen, fueron en realidad gracias a su vicepresidente y sucesor, Lyndon B.
Johnson, quien era un excelente manipulador político y legislativo.
Tras su muerte, John despertó el interés popular ante las circunstancias alrededor de su asesinato, debido a toda la intriga que lo rodeaba, el debate eterno de si hubo uno o dos tiradores, la verdadera identidad del o los responsables…
Su juventud evoca la juventud frustrada, promesas y sueños cortados de tajo, y la esperanza de un mundo que pudo ser, si hubiera seguido como presidente.
El día de su asesinato, 22 de noviembre de 1963, a las 12:30 hrs., las detonaciones de un arma de fuego hicieron detener el andar del auto presidencial, el presidente Kennedy había sido alcanzado por las balas disparadas por Lee Harvey Oswald, de 24 años.
Los Estados Unidos de América se quedaban sin presidente, sus ciudadanos quedaban helados e impactados por lo sucedido. Ese día la historia cambió para siempre.
Las investigaciones oficiales concluyeron que, efectivamente Lee Harvey Oswald, fue quien terminó con la vida del presidente más joven de la historia.
El paso de Kennedy por la Casa Blanca estuvo marcado por importantes acontecimientos como la Guerra Fría, la Crisis de los Misiles, la derrota de Bahía de Cochinos y el programa Apolo para llegar a la Luna.
A partir de esa tarde, ningún presidente de esa nación ha vuelto a circular a bordo de un descapotable; desde entonces cada uno de los automóviles del Ejecutivo se caracterizan por los blindajes y seguridad que los resguarda.
El asesinato de Kennedy fue el primer acontecimiento transmitido al mundo en forma simultánea.
Horas después de su muerte, su vicepresidente tomo juramento, a bordo del avión presidencial.