“Como toda vacuna, la del VPH puede tener potenciales efectos adversos. La muerte no está en la lista.”
OMS
El Virus del Papiloma Humano (VPH) es un virus muy común que se trasmite con el contacto de la piel durante las relaciones sexuales. Existen muchos tipos de VPH, pudiendo ocasionar desde verrugas genitales hasta –en el peor de los casos– cáncer de cuello uterino en mujeres, o cánceres de ano, pene, vagina, vulva y orofaringe –de garganta–. El cáncer de cuello uterino es el más común generado por este virus, y por ello se han tomado medidas preventivas al respecto, como una vacuna.
“Contamos con las herramientas para eliminar el cáncer de cuello de útero en una generación. Tenemos la ciencia y la tecnología, sólo falta la política”. Xavier Bosch (Director del Centro de Información Internacional OMS/ICO, sobre el Virus del Papiloma Humano (VPH) y el Cáncer Cervical).
Esta vacuna, a pesar de estar aprobada por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de los Estados Unidos, y por los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC), ha sido tema controversial, pues han habido casos de niñas, cuyas reacciones secundarias no han sido las más favorables. Desde convulsiones hasta enfermedades óseas. Inclusive, la Academia Nacional de Medicina, ha pedido al Ministerio de Salud, tomar medidas de precaución para la aplicación del medicamento.
«El número de casos de personas vacunadas que han desarrollado estas enfermedades es cada vez mayor. En efecto, una incidencia elevada de condiciones autoinmunes y autoinflamatorias, asociadas con la vacunación contra el VPH y un riesgo significativo de desarrollar lupus eritematoso sistémico, vasculitis y artritis, han sido documentadas recientemente en estudios basados en el sistema de reportes de eventos adversos a las vacunas». Academia Nacional de Medicina.
Cabe destacar que los efectos secundarios comunes son: picazón, enrojecimiento, fiebre, náuseas, hinchazón, incluyendo dolor en los brazos, manos, piernas o pies.
Como medidas se están tomando las siguientes:
- Excluir de la vacunación a aquellas personas con antecedentes de enfermedades autoinmunes o, en su defecto, que padezcan alguna.
- Cada persona que desee vacunarse, se debe realizar una evaluación de autoinmunidad personal y familiar.
La vacuna está diseñada para administrarse en niñas de entre 9 y 13 años, ya que tiene mayor eficacia cuando aún no se mantienen relaciones sexuales. Sin embargo, debido a la polémica suscitada por las declaraciones de personas que han sufrido reacciones peligrosas, existe un debate entre las madres que no se sienten seguras aplicando esta vacuna a sus hijas, y la OMS, ya que se asegura que ha habido una mala información en internet.