Estos alimentos contaminados son un negocio millonario que está contaminando poco a poco la tierra de cultivo de todo el planeta y nos está matando poco a poco.
Los alimentos transgénicos son desde hace muchos años, un tema de conversación y debates importantes.
Como en casi todo, existen dos posturas: a favor y en contra de estos. Los pros y los contras se encuentran en todas las discusiones. Normalmente los argumentos se enfocan en la ecología, la naturaleza, la importancia de los alimentos orgánicos, el medio ambiente, el desarrollo científico y tecnológico, en las grandes compañías multinacionales…
Un sin fin de tópicos, que en ocasiones pueden llegar a confundirnos y mantenernos a raya de un tema tan importante.
A todo esto, ¿qué son realmente estos alimentos?
La modificación genética ha tomado fuerza desde hace algunos años, las técnicas han variado y se han perfeccionado. Esto se ha hecho en nombre de la ciencia, se ha pasado de la selección artificial al cruce intergenérico de especies. Actualmente la biotecnología vegetal, es el punto más alto de esta evolución genética.
Un transgénico es un organismo inyectado con genes de otro organismo, con la finalidad de lograr una mejora que no da la propia naturaleza, añadiéndole propiedades especiales. Así son los alimentos, se combinan especies vegetales, mejorando su color, su resistencia, tiempos de crecimiento, e incluso se pueden desarrollar nuevos alimentos, alimentos que la naturaleza no es capaz, hasta hoy, de producir.
El ser humano ya ha modificado plantas y animales. La característica de los alimentos trans, es que fueron modificados directamente, esto implica que su cadena de ADN y sus secuencias, fueron cambiadas a placer.
La polémica por su creación es constante. Se calcula que actualmente, unas 160 millones de hectáreas albergan este tipo de cultivos. Son pocos los países que han prohibido su creación,cultivo y comercialización.
Los detractores insisten en las consecuencias que ya provocan:
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La biodiversidad de especies naturales, se ve afectada y puede llegar hasta a ser destruida.
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Este tipo de alimentos podrían llegar a causar alergias y enfermedades, en las personas que los consuman.
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El costo energético para producirlos es muy grande, se necesita mucha agua y petróleo para producirlo, lo que implica una fuente inmensa de contaminación.
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El medio ambiente se verá afectado a corto plazo; son un granito más al cambio climático.
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La compra de la tierra, por parte de compañías y sectores privados, afecta a los campesinos y agricultores del planeta.
Lógicamente, quienes apoyan esta tendencia, niegan todo lo anterior.
Se proponen muchas alternativas para evitar el consumo de estos alimentos, infortunadamente, no sabemos cuándo estamos o no consumiendo uno de ellos, es a veces imposible saberlo.
Muchas veces los productores no indican cuando lo son o no, podemos decir que no sabemos que nos estamos llevando a la boca.
Sólo nos queda esperar que existan regulaciones más estrictas sobre su producción y distribución, como consumidores tenemos derecho a saber qué es lo que comemos.
Esperemos que estos alimentos se sigan desarrollando con la finalidad que se crearon, y que no afecten a la naturaleza o al medio ambiente, y que muchos menos acaben con las especies naturales, que hasta hoy nos han dado todo.