El relato a continuación, raya en lo macabro y escalofriante, pues es sobre un doble homicidio sumamente sangriento, espeluznante y que, se cree, fue ejecutado por el nieto consentido.
Se dice que Gilberto Flores Alavez acudió con su amigo, Anacarsis Peralta, a comprar machetes y válium, con un único propósito: asesinar a sus abuelos.
Así, la noche del 6 de octubre de 1978, el nieto «cariñosamente» les preparó sus bebidas para cenar, mientras ellos le platicaban su largo y agobiante día. Gilberto Flores esperó pacientemente a que el válium hiciera efecto, pues pronto sus abuelos empezarían a hablar pausada y lentamente.
Cuando ésto sucedió, los llevó a su recámara, donde los arropó con enorme cuidado y torpeza, pues los guantes que llevaba puestos le estorbaban. Esperó a que estuvieran sumamente atontados y, entonces, sólo entonces, llegó el terrible acto de los machetes. No tuvo piedad por aquéllos seres que habían sido compañía y parte de él, durante toda su vida.
Gilberto Flores Muñoz y Asunción Izquierdo, se llamaban. Él era un ex gobernador de Nayarit, un político de primer nivel, secretario de Estado, quien soñaba con llegar a poseer el título de Presidente de la República; por su parte, ella era una excelente escritora, uno de sus títulos más conocidos es «Los extraordinarios»; es macabro señalar que la novela relata la historia de un doble homicidio.
En aquélla época había una gran tensión política, pues fue cuando el PRI no dejaba de gobernar. La familia, al enterarse, acudió al gobierno reclamando justicia, pues había cientos de personas que deseaban la muerte del ex gobernador. Sin embargo, el ex director de la Policía Judicial del Distrito Federal, Jesús Miyazawa, inmediatamente sustentó que se trataba del alguien cercano o de la familia. Así es como se encontró al nieto Gilberto Flores Alavez, culpable de haber asesinado a sus abuelos. Hecho que fue confirmado por su amigo Anacarsis Peralta.
Gilberto Flores Alavez fue sentenciado a 20 años de prisión en el Reclusorio Oriente de la Ciudad de México, condena que cumplió cabalmente. Sin embargo, una vez que fue liberado, Gilberto hizo todo lo posible por demostrar su inocencia, pues según dice, Jesús Miyazawa fue la persona responsable de incriminarlo. El ex director de la policía habría hilado pruebas para inculparlo.
Así, el nieto que fue a prisión, recuperó su libertad, fue encontrado inocente de todo acto malvado y recibió de la misma Procuraduría General de la República una carta de antecedentes NO penales.
Actualmente, Gilberto Flores Alavez ha intentado ocupar nuevamente cargos políticos en Nayarit.