Sin duda, el lugar más santo para un católico es la Ciudad del Vaticano, lugar que alberga la Santa Sede, máxima autoridad de la religión católica. La ciudad del Vaticano tiene una extensión de 44 hectáreas, equivalentes a .44 km2 y una población de 800 habitantes, aproximadamente, siendo el país más pequeño del mundo. Tan sólo la Capilla Sixtina y la Plaza de San Pedro ocupan un 20% de la superficie del lugar. Fue fundada en 1929 después de la firma de los Pactos de Letrán, negociados entre el Cardenal y Secretario de Estado Pietro Gasparri, en nombre de la Santa Sede, y Benito Mussolini, líder fascista y primer ministro italiano.
A pesar de ser un icono de la religión y la espiritualidad, el Vaticano alberga múltiples secretos que afectan su imagen y repercuten en la fe de sus seguidores.
Uno de los secretos más sonados de este “Santo lugar” es que Benedicto XVI no abandonó el cargo por supuestos motivo de salud, sino que tuvo que salir tras presión de la mafia vaticana. Esto porque, supuestamente, el ahora Papa emérito, intentó esclarecer información relacionada con abusos sexuales en la iglesia y otras verdades de la mafia.
Otra actividad que el Vaticano no presume es su alto número de exorcismos. Juan Pablo segundo, durante su pontificado, realizó tres y Benedicto XVI elevó el número de exorcismos patrocinados por la iglesia. El padre Gabriele Amorth, exorcista en jefe de la Iglesia, tiene la convicción de expulsar alrededor de 300 demonios al año, más allá de los límites del Vaticano.
Rumores también aseguran que la muerte de Juan Pablo I, en realidad se trató de un asesinato que involucraba a la mafia italiana y al banco del Vaticano, ya que en 1982 salió a la luz su relación existente.
Uno de los rumores más perturbadores acerca de este lugar, es que dentro de ésta se maneja una red de prostitución, incluso algunos de ellos salieron a la luz, justo antes del retiro de Benedicto XVI.
Como dato interesante, se puede mencionar que el Vaticano es un paraíso para los carteristas ya que, debido a su alto índice de turistas, promedia 1.5 delitos por ciudadano. Cabe mencionar que la situación se complica, ya que el Vaticano no tiene prisión y cuenta con un solo juez.