En todas las sociedades se necesitan planes o estrategias para mantener cierto orden o control, el cual es indispensable para poder seguir subsistiendo. Hay diferentes factores que las esferas del poder utilizan para mantener el control del pueblo, pero esta vez se hablará de uno específico: el miedo.
El miedo es una sensación de angustia provocada por algún peligro, este peligro puede ser tanto imaginario como real. ¿Qué pasa cuando este conocimiento se utiliza para fines propios? La respuesta es simple: el uso de este conocimiento generará una ventaja sobre los demás.
Como ya fue mencionado, algunos grupos específicos usan el miedo para continuar con el control de las masas, instituciones como el gobierno o la iglesia, siempre han manejado este factor a su favor, desde tiempos inmemoriales. En el caso de la iglesia, el miedo se hace presente cuando se habla del castigo de Dios, pero esto no es nuevo, ya que desde la antigüedad se ha manejado el mismo control por diferentes religiones, pero con el mismo método: el miedo. El miedo es siempre peligroso ya que provoca una pérdida de raciocinio generando un descontrol total y una fácil manipulación.
Para un gobierno, el miedo es una estrategia bastante común que utiliza para manipular a su población y poder conseguir cierta acción por parte de él. Un caso muy famoso fue el “Efecto 2000” o “Y2k” el cual planteaba que, al llegar el año 2000, los softwares, al no tener programado ese año, vivirían en la década de los noventas provocando una crisis en varios ámbitos, como los sistemas de transportes, marina, ejército, plantas de energía, etcétera.
Otra aplicación para el miedo masivo es el terrorismo o la delincuencia la cual, en ocasiones, es generada por el mismo gobierno. El fin de hacer esto es causar incertidumbre dentro de ciertos sectores de la población, y así enclaustrarlos en grupos pequeños sin oportunidad de alzar la voz o manifestarse en contra del gobierno y de sus decisiones.
Cabe mencionar que los medios de comunicación juegan un papel sumamente importante, ya que son ellos los que propagan la idea que genera el miedo. Influidos por la paranoia o sobornados por las élites que la generan, los medios masivos son muy importantes en este tipo de casos.
En resumidas cuentas, el miedo es un detonante a la manipulación masiva y los gobiernos bien lo saben, y por eso se valen de él para poder difundir una idea o un hecho, aunque éste no sea del todo cierto.