Marcel Marceu: héroe de la Segunda Guerra Mundial

Marcel Marceu es un héroe sin capa, un héroe que merece ser recordado como tal, por la increíble labor que desempeñó durante la Segunda Guerra Mundial, sin haber disparado una sola arma: salvar niños.

Nos remontamos a cuando Marcel y su hermano Alain eran unos niños, escondiéndose de los nazis, siendo de los pocos afortunados que lograron escapar de Francia, sin embargo, fueron los únicos de su familia en no ser llevados a un campo de concentración.

Una vez que salieron del país, cambiaron su apellido a Marceau, para no ser foco de atención de las terribles personas que servían a Hitler, pues ese apellido no tenía relación alguna con los judíos. Dejaron de esconderse por un tiempo, hasta que se unieron a la resistencia francesa, huyendo nuevamente del régimen alemán.

Marcel tenía un único objetivo en la vida: ayudar a los niños que habían sufrido lo que él y su hermano sufrieron, al haber sido separados de sus familia. Así fue como comenzó con su labor.

Manteniéndose fiel a sus ídolos: Charles Chaplin y Buster Keaton, creó su personaje de mímica, el cual robaría risas y alegría, a los niños que se encontraban lejos de sus familias, por culpa del dictador alemán.

Alain y Marcel investigaron sobre la próxima llegada de los nazis a un pequeño pueblo, en donde se localizaba un orfanato judío. Para ambos hermanos era demasiada cruel la idea del tormento y el pesar por el que podrían pasar estos niños. Marcel no lo pensó dos veces y se dirigió al lugar disfrazado de boy scout.

Con ayuda de su talento histriónico, convenció a los niños de hacer un viaje para conocer los Alpes Suizos, cazar animales y construir un fuerte. Afortunadamente, este gran héroe también contaba con técnicas de supervivencia.

Sesenta niños fueron, los que en esa ida, siguieron a Marcel en plena Segunda Guerra Mundial. Todos ellos aprendieron técnicas de mímica, para mantenerse en silencio y en sigilo. Y sí, en efecto, llegaron a salvo a un lugar en Suiza.

Una vez que estos niños estuvieron sanos y salvo de la ocupación francesa, Marcel sintió la necesidad de volver por más y más. No podía concebir el mundo con la aflicción de los pequeños.

Si en alguna parte de su camino se encontraba con policía alemana, utilizaba su mímica y algunas risas, para evadirlos.

Marcel Marceau fue condecorado como oficial de la Legión de Honor Francesa, debido a su admirable y valiente labor. Posteriormente, tras dos años del fin de la guerra, nació su personaje más icónico: Bip, el mimo representado por nuestro héroe.

Además, en el 2001, recibió otra condecoración, esta vez por la Universidad de Michigan, con la medalla Wallenberg, la cual era para reconocer su labor humanitaria y actos de valor. Sus palabras fueron pocas, pero pesaron mucho:

«No me gusta hablar de mí mismo porque lo que hice, humildemente, durante la guerra, fue sólo una pequeña parte de lo que le sucedió a los héroes que murieron como resultado de sus actos en tiempos de peligro.»

Falleció en el año 2007, en Cahors, Francia.

@losojosdecuervo

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