Las condiciones en las que un niño crece siempre influyen en el comportamiento que tomará en las etapas posteriores, es por eso que, los primeros años, siempre son los más importantes en su vida. Dependiendo de los modelos que el niño observe en su infancia, él decidirá qué acciones realizar, así como a definir sus gustos y preferencias, en cuanto a cientos de cosas.
En ocasiones, las condiciones de un niño lo obligan a vivir experiencias muy traumatizantes, y si a eso se le suma la falta de atención por parte de los padres, se obtendrá un ser humano muy desorientado, así como confundido, en cuanto a las buenas y malas acciones.
Así como la de muchos, la vida de Pedro Alonso López estaba llena de desgracias, desde muy chico, ya que su padre falleció antes de su nacimiento y su madre se dedicaba a la prostitución, como única forma de subsistir.
A la edad de nueve años, Pedro intentó abusar sexualmente de su hermana menor, por lo que su madre lo echó de la casa; después de eso, Pedro se dedicó a vagar por las calles, así como a robar autopartes.
A los 12 años fue adoptado por una familia estadounidense, por lo que por fin pudo conocer una familia, sin embargo, tres años después fue violado por un profesor que le habían contratado, por lo que Alonso López volvió a las calles a robar autopartes, ahora con mejor técnica.
A los 21 años fue arrestado y encarcelado. En prisión fue abusado sexualmente por tres presos, este hecho cambió su vida y su mentalidad ya que, después de salir de prisión, Pedro se convirtió en violador y asesino serial. Sus primeros pasos fueron en Colombia, su país natal, después se trasladaría a Perú, país que recorrió dejando decenas de víctimas.
De Perú lo trasladaron a Ecuador, donde pudo seguir con su vida criminal, hasta que fue detenido y deportado a Colombia. En su país natal se mantuvo cuatro años en un hospital psiquiátrico, donde sorpresivamente fue dado de alta.
Desde 1994, cuando existe un homicidio en Colombia, Perú o Ecuador, el sobrenombre de “el monstruo de los andes” suena entre los posibles sospechosos.