Desgraciadamente, en el mundo aún existen muchos casos que no se han podido resolver, debido a la complejidad de estos, o a la falta de pruebas o testigos. Sin duda, unos de los casos más complejos son los que ocurren en un país ajeno al del involucrado/a ya que este/a no cuenta con elementos suficientes para demostrar la veracidad de los hechos.
Cuando la situación sucede en un país extraño, las personas no cuentan con amigos o familiares, incluso en ocasiones, no cuentan ni con los recursos para poder resolver la situación en cuestión, sin embargo, la situación llega a ser un poco menos compleja para la persona afectada, que para los familiares que se encuentran lejos.
En esta situación se vieron los familiares de Kate Osborne, una inglesa de 34 años que residía en Bali, provincia de Indonesia.
Kate Osborne era una mujer inglesa que gustaba de los viajes internacionales, en 2001 se mudó a Bali, Indonesia, ya que tiempo atrás había quedado encantada con sus paisajes y su cultura.
En abril de 2003, la comunicación de Kate con su madre Liz, simplemente terminaría. Según declaraciones de su madre, Kate dejó de comunicarse repentinamente con ella «Me enojé y luego me preocupé», dice Liz, recordando cómo sus temores crecieron con cada mensaje de voz sin respuesta. Según Liz, esa falta de comunicación no era normal, debido a los constantes mensajes y llamadas que mantenían ambas mujeres.
Los familiares de Kate rápidamente buscaron ayuda. tanto nacional como internacional, tanto privada como pública, sin embargo, Liz menciona que el Ministerio de Relaciones Exteriores británico no hizo gran cosa por apoyarla.
Algunos rumores indican que Kate, posiblemente, se vio involucrada en problemas de tráfico de drogas. ya que ella mantenía una relación intermitente con un sujeto peruano, y muchos argumentan que los sudamericanos suelen tener varios conflictos relacionados con ese tema.
En recientes declaraciones, la madre de Kate ha mencionado que la búsqueda no cesará , sin embargo, ya no se empeñará en encontrar a su hija, ya que ha aceptado la idea de no volver a verla. Liz ha mencionado que nadie podrá quitarle los bellos momentos que vivió con Kate y que, para ella, eso es lo importante.
«Ya no es importante para nosotros saber qué le pasó, te consume y tienes que dejarlo ir», menciona Liz.