Mejor conocido como «El bosque de los suicidios», el bosque Aokigahara guarda en su inmensidad, terribles historias, debido a que cientos de personas han terminado con sus vidas, dentro de sus profundidades.
Ubicado en el monte Fuji de Japón, este bosque silencioso bloquea cualquier señal, incluyendo la del GPS, por ello también hay quienes lo conocen como Jukai, «mar de árboles». Además, es muy común encontrar todo tipo de señalizaciones para no perderse en el camino, pues también es muy común el extravío de personas. Sin embargo, la fama de Aokigahara se debe a que es el segundo lugar más famoso para el suicidio, seguido del Golden Gate en San Francisco.
A lo largo de la historia, se le ha ido construyendo al «mar de árboles» la fama para quitarse la vida. Comenzando en el año de 1993, con el libro ‘El manual completo del suicidio’ de Watary Tsurumi. No obstante, también existe una leyenda de los tiempos de la Segunda Guerra Mundial, la cual cuenta que las familias pobres abandonaban a sus padres ancianos o familiares enfermos ahí, para que murieran, aplicando un tipo de eutanasia de aquél entonces, conocido en japonés como ubasute. Asimismo, se encuentra la novela de la década de los 60’s, titulada ‘Black Sea of Trees’, del autor Seicho Matsumoto, libro que narra el suicidio de dos amantes en dicho bosque.
En el 2004, hubo 108 suicidios en Aokigahara, aumentando a 247 casos en el 2010. A partir de ese año, las autoridades dejaron de dar cifras de cuerpos hallados dentro del bosque, para no promover al suicidio. Basta con saber que en la entrada del bosque encontramos letreros que la Asociación Internacional de Prevención del Suicidio colocó, para concienciar a las personas de tan sensible tema. Uno de ellos tiene la siguiente leyenda:
«Tu vida es un hermoso regalo de tus padres. Por favor piensa en tus padres, hermanos e hijos. No te los guardes. Habla de tus problemas.»
En las profundidades del bosque de los suicidios, hay escalofriantes objetos, como sogas colgando de los árboles, frascos de pastillas al lado de cuerpos y esqueletos vestidos, así como coches olvidados en el estacionamiento; tampoco es raro encontrar pequeños santuarios, que familiares colocan a sus fallecidos. Según las autoridades, las formas más comunes que las personas escogen para terminar con sus vidas, dentro del bosque, son el ahorcamiento y la sobredosis.
Un dato lamentable, según la Organización Mundial de la Salud, es que Japón es el tercer país con la tasa de suicidios más alta del mundo, después de Corea del Sur y Hungría. En Japón, las personas más propensas al suicidio son los hombres de entre 20 y 44 años, y se ha venido suscitando desde la crisis financiera de la década de los 90’s, incrementándose en el 2008.