Edmund Emil Kemper nació en en 1948 en Burbank, California. Fue hijo de padres divorciados, su madre era alcohólica y abusiva, se dice que alguna vez lo encerró en el sótano de su casa.
Desde niño jugó con sus hermanas a juegos bastante extraños como la silla eléctrica o estar atadas. A los 14 años Ed huyó de casa con la esperanza de encontrarse con su padre, pero éste lo rechazó, así que terminó viviendo con sus abuelos paternos.
Kemper ya había matado a algunos animales por placer, sin embargo, a la edad de 15 años cometió su primer asesinato humano, las víctimas fueron sus abuelos a quienes asesinó con un rifle. Su intención era matar solamente a la abuela, quien se dice también lo maltrataba emocionalmente, pero al ver que su abuelo se enojaría, tuvo que matarlo también.
Luego de estos hechos, Ed fue diagnosticado con esquizofrenia paranoide, por lo que fue internado en un centro del que salió a los 21 años de edad y fue enviado con su madre para cuidarlo.
Se dice que Kemper era un hombre bastante inteligente, por lo que engañaba a los psiquiatras que lo atendían.
Durante 1972 y 1973 cometió 6 homicidios, sus víctimas eran mujeres estudiantes a las que se ofrecía a llevar para luego matarlas y mutilaras. También era necrófilo, por lo que tenía sexo con los cadáveres de sus víctimas.
Ed siempre le tuvo un profundo rencor a su madre, a quién culpaba por tomar esa actitud, así que desde años atrás planeó su venganza. A los 23 años, un 20 de abril de 1973, Kemper entró a la habitación de su madre y le cortó la garganta, “violé su cabeza cortada. Cuando terminé puse la cabeza en un estante y le grité durante una hora. Le lanzaba dardos”. Luego de esto salió por unos tragos, a su regreso llamó a una amiga de su madre para invitarla a cenar con ellos, sin embargo, la intención era asesinarla también y lo logró.
Ed llamó a la policía para confesar lo que había hecho, sin embargo, no le creyeron hasta que realizó una segunda llamada.
A sus 24 años fue detenido y condenado en la prisión estatal de Vacaville, en donde hoy en día sigue cumpliendo su sentencia.
Su caso fue tan popular que Netflix creó una serie basada en su vida llamada “Mindhunter”.