No toda la gente con enfermedades mentales es asesina, ni todos los asesinos padecen alguna enfermedad mental. Sin embargo, si hay algunos personajes que debido a la falta de atención psiquiátrica de calidad, llegan a cometer actos sumamente violentos, como fue el caso de Higinio Sobera de la Flor, “El Pelón”.

En México la salud mental ha sido un tema relegado e incluso tabú. Durante mucho tiempo incluso ir a terapia era considerado como algo malo, que sólo la gente loca hacía, y no un servicio necesario para construir inteligencia emocional.
Cuando Higinio Sobera de la Flor fue diagnosticado con esquizofrenia en el Hospital Mental La Floresta, su familia acaudalada decidió ignorar el problema, sin saber que esta negligencia causaría un gran derramamiento de sangre.
En 1952 cuando “El Pelón” tenía 24 años, asesinó al capitán Armando Lepe Ruíz por un altercado que tuvieron mientras manejaban. Sobera tenía arranques de ira y risa descontrolada, así que cuando Lepe Ruíz lo llamó payaso se enfureció y le disparó frente a cientos de testigos.
Rápidamente fue identificado, sin embargo, no pudo ser capturado al momento, pues se dio a la fuga. Después de una ardua búsqueda, Sobera fue ubicado en una habitación de hotel, cubierto de sangre y lodo.
Cuando la policía lo interrogó confesó el homicidio del capitán y el de Hortensia López Gómez.
“El Pelón”, enfurecido por el rechazo de Hortensia, la asesinó en un taxi y se llevó su cuerpo al hotel, cometiendo necrofilia, para luego abandonar su cuerpo.
En el juicio no negó su culpabilidad, llegando a admitir otros asesinatos que no lograron ser comprobados. Todo México estaba horrorizado por la calma en la que contaba sus crímenes y se alivió del resultado del juicio, donde se le declaró culpable.
No cumplió toda su condena en la prisión de Lecumberri, porque gracias a su abogado, Alfonso Quiroz Cuarón, logró ser remitido a un hospital psiquiátrico por su esquizofrenia, siendo parteaguas del trato que se les daba a los enfermos mentales culpables de algún crimen.
Fuentes