
El primero de diciembre de 1991 en Ecatepec de Morelos, Estado de México, degollaron a 5 integrantes de una familia, todos fueron encontrados maniatados y presentaban múltiples signos de tortura, sobreviviendo solamente el hijo más pequeño de la familia.
El matrimonio estaba compuesto por Alejandro Chávez, quien se desempeñaba como profesor de una escuela primaria cercana a su domicilio en la colonia Jardines de Morelos. La madre, de nombre Febe, tenía 34 años y las niñas de 10, 12 y 18 años.
El único sobre viviente de esa noche, un niño de 3 años de nombre Alejandro se encontraba inconsciente al momento de ser encontrado, con la ropa empapada en la sangre de su familia.
Fue un vecino quien se percató del asesinato, notó que la puerta se encontraba abierta, con las cortinas cerradas, las luces apagadas y procedió a llamar a una patrulla para confirmar sus sospechas, algo malo había pasado.
Cuando se realizaron las investigaciones, se encontraron que la noche del asesinato un conocido, cuya esposa trabajaba en la misma escuela que Alejandro, se ofreció a acompañarlos hasta su casa.
El asesino no actuó solo, actuó junto con otros cómplices y los peritajes arrojaron que primero asesinó a las hijas frente a los padres, todo indicaba que se trataba de una venganza personal.
Cuando fue detenido y procesado no delató a sus cómplices, por lo que quedan muchas incógnitas acerca de su actuar ese día y los motivos que lo llevaron a cometer tal crimen.
Fuentes: