En un pueblo muy pequeño, ubicado en Iowa, Estados Unidos, se encuentra una casa en donde se ha registrado actividad paranormal desde sus primeros habitantes. Ese fue el lugar de un asesinato múltiple y testigo de cómo un hombre atentó contra su vida sin recordar nada.
El 10 de julio de 1912 un hombre, el cual nunca fue descubierto, entró a una casa en donde dormían dos adultos y seis niños, solamente armado con una pequeña luz tenue y un hacha con la que cortaría las cabezas de la familia y posteriormente haría picadillo sus restos.
Primero comenzó con los padres para que no hubiese quién defendiera a los niños, las investigaciones dicen que el asesino tomó tanta fuerza para asesinar al padre de la familia que marcó su hacha en el techo de madera.
Una vez que había cortado la cabeza con el filo de su hacha, golpeó a la madre para que, posteriormente, sufriera el mismo destino.
Una vez que terminó con la vida de los dos adultos, entró a la habitación en donde se encontraban dormidos los niños, los cuales sufrieron el mismo destino que los padres, las investigaciones sugieren que el asesino fue tan cauteloso que ni siquiera pudieron reaccionar para poder salvar sus vidas.
Una vez que terminó con la vida de todos, se dice que las almas comenzaron a atacar, puesto que subió de nuevo a los cuartos para golpear los restos de la familia con el hacha hasta que quedaron irreconocibles, después guardó los restos en sábanas para cubrirlos.
Como bono final y muestra de su demencia, puso cada una de las cabezas de la familia enfrente de los espejos, algunos dicen que fue parte de un ritual.
Nunca encontraron al responsable, sin embargo, las almas no tuvieron descanso, años después un cazafantasmas quiso comprobar la existencia de actividad paranormal, trató de invocar espíritus en el cuarto de los niños y casi muere por una herida en el pecho que él se realizó de manera “inconsciente” tras casi finalizar su ritual.
El hombre despertó en el hospital diciendo que no recordaba lo que había sucedido aquella noche en donde casi pierde la vida.
FUENTES
Los Ojos de Cuervo 