Un monstruo del crimen, de esos que dan dolor en el estómago al escuchar sus atrocidades, apareció en Colombia, en la región Oriente de Antioquia. Jaime Martinez, quien era el mayordomo de una finca, resultó no ser quien se pensaba, en cambio era un asesino a sangre fría que ni siquiera mostró arrepentimiento al momento de confesar sus crímenes.
¿Cómo dieron con este hombre desalmado? Todo comenzó con la desaparición de María Gladys, quien fue vista por última vez el 19 de enero, salió a trabajar y jamás volvió, cosa que les pareció muy extraña desde el primer momento puesto que era una mujer que no faltaba a su casa para nada, ante esta situación sus familiares dieron aviso a las autoridades para comenzar la investigación.
Dos meses después de desaparecer, el tío de la María recibió un mensaje de su número de teléfono a través de Whatsapp, avisando que se mudó su residencia por una cuestión personal, conociendo a su sobrina supo que ella sería incapaz de hacer tal acción sin avisar previamente a los familiares, se pusieron en contacto con los detectives y ellos confirmaron que los mensaje habrían sido enviados desde Guarne.
Una vez con todas la certeza de que el cuerpo de su sobrina estaba cerca, esperaron a que el asesino estuviera un buen tiempo conectado para rastrear su ubicación exacta. Una vez con la ubicación, fueron directo al domicilio para detenerlo y cuestionarlo sobre el paradero de la susodicha.
Durante el interrogatorio, Jaime confesó haber asesinado a al menos 20 personas en 10 años, entre ellas sus dos hijos de 8 y 6 años, la madre de sus hijos y una pareja sentimental que habría tenido en el trabajo.
@OjosDeCuervo
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