El día 19 de mayo de 2018, en el Lago San Roque, en Argentina, fue encontrada sin vida una mujer cuya seña distintiva era un tatuaje en su espalda en el que se podía leer la frase “Nadie es capaz de matarte en mi alma”. Esa frase es tan profunda como el misterio que rodea su muerte, la mujer, de entre 35 y 45 años, aún no ha sido identificada, tampoco ha habido alguien que diga que la conocía y desapareció.
El hallazgo del cuerpo se dio por parte de un par de pescadores, los cuales notaron algo raro flotando en el agua, cuando se dieron cuenta de que era un cuerpo, llamaron a la policía, el cuerpo estaba en un estado avanzado de descomposición, fue rescatado de las aguas y así comenzó el misterio.
La Fiscalía del Segundo Turno de Villa Carlos Paz fue la encargada de llevar la investigación. En un principio no se dieron a conocer los datos de la autopsia, sólo se reveló que existió la violencia en la muerte de la mujer. Tras unos meses, el Ministerio Público Fiscal mostró una reconstrucción digital del rostro que realizaron los técnicos de la Policía Judicial; la mujer medía 1.68 metros, era delgada con la cara ovalada, lo único que sigue sin saberse, es el color del cabello debido a la descomposición, además de que llevaba dos pulseras en una de sus muñecas, una verde y otra roja.
A pesar del paso de los años, como no hay nadie que sepa nada de la mujer, ni agrupaciones, ni amigos o familiares, el caso está sin novedades, pero lamentablemente no es el primer caso de este estilo en Argentina, pues en el 2000, en Costanera apareció una mujer muerta con un balazo en la cabeza, se determinó que había sido violada, además de que tenía golpes en el cuerpo. Su kit de identificación fue difundido por Argentina y hasta se envió a Interpol para que se difundiera en países limítrofes, pero nadie ha reclamado el cuerpo y hoy, 21 años después, sigue sin saberse quién la violó ni quién la mató.
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