El eslogan de Nike es uno de los más famosos de la historia, pero ¿de dónde surge esta gran frase? El origen no está nada relacionado con la motivación deportiva, al contrario, está inspirado en un asesino.
Su famosa frase “Just do it” (Solo hazlo, en español) inspira a los deportistas a continuar en el mundo deportivo, pero el origen de la frase se da el 10 de agosto de 1998, cuando por primera vez en un comercial, la marca incluye esta frase.
La famosa frase está inspirada en las últimas palabras de Gary Gilmore, quien fuera un asesino estadounidense condenado a muerte por matar a dos personas en Utah en el año de 1976.
En aquella época, en Estados Unidos se debatía si la pena de muerte tenía que mantenerse o no, pero el jurado solo tardó hora y media en condenarlo a este castigo. En aquella época era costumbre que el sentenciado pudiera decidir cómo morir, así que el asesino pidió que lo matara un pelotón de fusilamiento.

El día de su ejecución, el 17 de enero de 1977, una de las personas que lo iban a ejecutar le preguntó si tenía algo para decir, a lo que él solo respondió resignado “Let’s do it”.
Diez años después de su muerte, Dan Wieden, quien fuera jefe de la agencia Wieden + Kennedy fue el encargado de crear el nuevo eslogan de Nike, para lo cual se inspiró en las últimas palabras del asesino, cambiando solamente el “Let’s” por “Just”.
¿Cómo llegó Gary Gilmore a convertirse en asesino? Nació en Texas en 1940, su padre era alcohólico, golpeador y estafador. A los quince años se mudó a Oregón, donde conoció la vida criminal y entró a un reformatorio, mientras que a los 35 años ya había pasado más de la mitad de su vida tras las rejas y tras obtener su libertad condicional, se mudó a Utah, donde sería ayudado por Nicole a enmendar su vida, acto que solo duró dos meses.
El 19 de julio de 1976, en una noche, robó una estación de servicio, Max Jensen, la víctima, no se resistió al robo, pero eso no importó para Gary, quien, a pesar de haber obtenido el botín, lo mató de dos tiros a la cabeza. Mientras tanto, al día siguiente volvió a atacar, asaltó al gerente de un motel, Ben Bushnel era el nombre de la víctima a la que Gilmore, tras obtener todo el dinero de la caja, baleó.
Debido a falta de evidencia en el otro caso, fue condenado solamente por el asesinato de Max Jensen, esto a pesar de que él mismo confesó haber matado también a Bushnel.
Era tanto su deseo de morir, que en dos ocasiones se abrió las venas en su celda, además de, en el momento de su ejecución, gritar la frase “Let’s do it”.
Firma: @LosOjosDeCuervo