El amor hace sentir vivo a cualquier ser humano y se expresa de múltiples maneras, en el cuidado de una madre a su hijo, en la emoción de nuestras mascotas cuando nos ven llegar a casa, en los abrazos del abuelo, en las risas con amigos y más, pero pareciera que la mayor expresión de amor se refleja en el vinculo sexo afectivo con otra persona.
Esa posibilidad de lograr conectar con alguien genera una sensación difícil de describir, pero se asocia con la tranquilidad y el goce de la compañía. Sin embargo, así como el amor da vida, también puede quitarla.
Pareciera ser un hecho que sólo sucede en las telenovelas y series de televisión, desafortunadamente no está alejada de la realidad. Por el contrario, es un fenómeno que no reconoce género, raza o nivel socioeconómico; puede suceder en una pareja con recursos limitados o en una relación que esté llena de lujos y fama.
Así es como llegamos al asesinato de Maurizio Gucci, nieto de Guccio Gucci; el fundador de la famosa casa de moda. La trayectoria y reconocimiento social de Maurizio hace pensar que llevaría una vida llena de placeres, incluso en el ámbito del amor. Sin embargo, múltiples factores llegan a volver desgastante las relaciones, hasta el punto de inconformidad en alguno o ambas partes, para finalizar en ruptura.

Lo ideal sería ese hecho, la relación termina y cada quien sigue su camino. Pero el caso de Maurizio con Patrizia Reggiani, su ex esposa y presunta asesina, fue distinto. Una vez terminado su corto matrimonio (pasada la década) Reggiani le guardó mucho rencor, provocado por el cambio de actitud tan repentino de Maurizio, que culminó en el abandono y separación sin aviso alguno.
El alejamiento tan repentino, aunado a la venta de acciones de la empresa Gucci y el comienzo de una nueva relación entre Maurizio y una mujer más joven, llevó a que Reggiani expresara de manera literal “Para ti, el infierno está por llegar”.
Esa frase, más algunas pruebas que muestran el acercamiento con una mujer autonombrada “hechicera” para conseguir a un asesino que tomará cartas en el asunto, llevaron a que Reggiani terminará en la cárcel con una sentencia final de 16 años. Sin embargo, hasta la fecha ella ha negado haber sido quien mandó a asesinar a Maurizio Gucci en aquella mañana del 27 de marzo de 1995.
¿Hasta qué punto el amor pierde su sentido original, para convertirse en una razón que te lleve a asesinar a alguien? Si bien Reggiani siempre negó haberlo hecho, las pruebas son casi contundentes para mostrar que, efectivamente, lo hizo.
Historia completa: https://forbes.es/forbes-w/125459/asi-fue-el-plan-del-asesinato-a-maurizio-gucci/