La tensión entre países, generada por los conflictos bélicos y las guerras, ha llevado a que tomen protocolos de prevención en caso de una amenaza que implique la peor catástrofe para sus territorios. En este sentido, las armas nucleares han sido una constante como posible recurso de ataque, en donde sus consecuencias son apenas imaginables.
Frente a la posibilidad de que eso suceda, una de las principales potencias mundiales ha destinado un número importante de recursos para poder salvaguardar a sus principales líderes. Es por ello que Estados Unidos se ha caracterizado por contar con refugios nucleares, la gran mayoría de ellos creados desde la Segunda Guerra Mundial.

Se considera que el más popular de estos bunkers es el Mando Norteamericano de Defensa Aeroespacial (NORAD), ubicado en Colorado Springs. Está destinado, fundamentalmente, a proteger a la defensa de los EEUU y Canadá en caso de ataques nucleares aéreos.
Para tener una idea de cuánto le ha costado al gobierno estadounidense el mantenimiento de este lugar, se dice que su costo operativo anual es de aproximadamente 250 millones de dólares, aunado a una inyección de 700 millones de dólares que recibió tras lo ocurrido con las Torres Gemelas de Nueva York; aquel hecho generó una alerta significativa de posibles nuevas amenazas.

NORAD tardó tres años en ser finalizado. Su construcción comenzó en 1950 como un medio para enfrentar las tensiones que el país tenía con la Unión Soviética, en el suceso que se denominaría como Guerra Fría. Asimismo, cuenta con cinco cámaras de agua y combustible que abastecen el lugar, que está destinado para el refugio de aproximadamente mil personas.
Así como NORAD, se conocen otros cuatro bunkers en territorio estadounidense; Raven Rock, ubicado en Carolina del Norte; Peters Mountain, ubicado en los montes Apalaches de Virginia; Mount Weather, también ubicado en Virginia en la zona de Bluemont; por último, el refugio que se encuentra debajo de la Casa Blanca.

Todos estos sitios han retomado su importancia, luego de la tensión actual que existe entre Estados Unidos y Rusia. Las constantes amenazas entre sus líderes políticos hacen latente la posibilidad de un ataque nuclear, lo que implicaría recurrir al refugio en alguno de los cinco bunkers citados.