‘Jonestown’, escenario de una secta que provocó la muerte de más de 900 personas en Guyana

Más de 900 personas perdieron la vida en 1978, a raíz de una secta que había nacido como una utopía socialista en ‘Jonestown’, un pueblo ubicado en un remoto lugar de Guyana; “Debéis morir con dignidad”, exclamó el líder de aquella comunidad.

Jim Jones, un pastor de afiliación comunista, decidió crear su propia secta en 1955 y nombrarla el ‘Templo del Pueblo’. En ella se mezclaban pasajes de la Biblia, textos de Marx y el credo evangélico Pentecostal. La mayoría de sus seguidores eran de raza negra, principalmente por su notoriedad en la lucha contra el racismo.

Surgida originalmente en California, Jones decidió trasladar su comunidad a Sudamérica; aseguraba que era necesario buscar cómo sobrevivir a la Guerra Fría y una posible guerra nuclear, tras los peligros que para él significaban los conflictos entre Estados Unidos y Rusia.

De esta forma, el Templo del Pueblo se estableció en la Guyana con una comunidad de casi mil seguidores. Al más puro estilo de lo que buscaba el socialismo, los integrantes debían cultivar su propia comida, criar ganado, fabricar toda clase de productos y educar entre todos a los más pequeños.

No obstante, lo que parecía un sitio de tranquilidad y paz, se fue convirtiendo en un espacio de abusos y maltratos. En Jonestown había una serie de reglas, impuestas por el propio Jones, y quienes las incumplieran recibían severos castigos; había palizas y electrocución para los mayores, mientras que los niños eran tirados al “hoyo de tortura” para ser espantados.

Bajo este contexto, salir de Jonestown era prácticamente imposible. No obstante, aquellas prácticas llegaron a oídos estadounidenses, lo que provocó que la CIA investigara este “paraíso socialista”.

De esta forma, en 1978 Leo Ryan, congresista del Estado de California, visitó la localidad junto con una comitiva que incluía varios periodistas, familiares de miembros de la secta y un desertor de la comunidad. Al principio fueron bien recibidos, pero con el tiempo se generó una fuerte tensión entre los involucrados.

Luego de haber sufrido un atentado con arma blanca, Ryan hizo la invitación pública para todo aquel que quisiera abandonar Jonestown. Más de uno estaba dispuesto a tomar la oferta; sin embargo, Jim Jones haría hasta lo imposible, con tal de no vivir el final de su ciudad.

Fue así que el 17 de noviembre de aquel año, Jones ordenó destruir el avión de la comitiva estadounidense. Asimismo, asesinaron a Ryan, a tres periodistas e hirieron a nueve personas. A pesar de que se había alcanzado un nuevo nivel de horror en la comunidad, las cosas no terminarían ahí.

Tras el asesinato del congresista, Jones reunió a su comunidad y ordenó que se les repartiera un frasco lleno de cianuro, mezclado con zumo de uva. Mujeres, hombres y niños; todos bebieron de aquel líquido. En seguida, comenzaron los gritos de agonía provocados por una muerte especialmente dolorosa.

Por su parte, Jones solo observaba sin haber bebido una sola gota de aquella mezcla. Al mismo tiempo, mostraba su desprecio por quienes morían “sin dignidad” y con altos quejidos de dolor. No obstante y luego de aquella escena, decidió quitarse la vida con un escopetazo.

Hasta la fecha, existen dudas del porqué había pasado todo eso en aquella comunidad de la Guyana. Incluso, la prensa decidió calificar el hecho como “el mayor suicidio colectivo”, cuando en realidad hay más elementos para considerarlo como un fuerte asesinato de más de 900 personas.

Fuente: https://www.abc.es/historia/abci-misterio-sin-resolver-jonestown-suicidio-cianuro-918-hombres-mujeres-y-ninos-201605240236_noticia.html

@losojosdecuervo

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