Por muchos años se alimentó el rumor de que los nazis, después de ser vencidos en la Segunda Guerra Mundial, habían huido hacia Argentina a una base secreta, aunque muchos no lo creían y otros lo veían más como una teoría conspirativa. Sin embargo, se investigó y se logró localizar un refugio nazi y más pruebas que confirmaban que ellos habían pisado suelo argentino.
La verdad es que no es sencillo de creer, pero es una realidad y lo confirma una lata de dulce de membrillo con fotos de Hitler y Mussolini. Justo en Teyú Cuaré, parque provincial de Misiones, cerca de las ruinas jesuíticas, hubo un refugio nazi.
Luego se hizo el hallazgo, en Beccar, Argentina, de una colección de piezas con la conocida esvástica y otras más relacionadas al régimen de Adolfo Hitler.
En cuanto a la lata que se halló en Teyú Cuaré, creó la idea de que el lugarteniente Martin Bormann se encontraba por ahí. Sin embargo, es sólo una leyenda, ya que él murió por una granada en 1945 al huir de Berlín. En la zona detectaron más pruebas de que era un refugio nazi por la estética y decoración que había al estilo europeo, además de una colección de monedas guardadas en una lata, algunas de las cuales eran de países invadidos por Hitler, unas de Argentina y Paraguay, y otras que fueron acuñadas en Alemania hacia el fin de la Segunda Guerra Mundial.
Todas las pruebas anteriores y otras no hicieron más que revelar que los nazis habían hecho de ciertas regiones de Argentina una suerte de refugio. Según se logró investigar, los nazis que se fugaron a Argentina utilizaron influencias y complicidades con la Iglesia, la Cruz Roja Internacional y autoridades migratorias argentinas.
El circuito de escape de los nazis se le llamaba “ruta de las ratas” y tenía un puerto de salida, la mayoría de las veces en Italia, siendo Génova la más probable para que partieran hacia Sudamerica.
Varios de los nazis identificados que se fugaron fueron: Adolf Eichmann, Josef Mengele, Eduard Roschmann, Erich Priebke y Walter Kutschmann, entre otros. Todos ellos con visados e identidades nuevas argentinas y que al final fueron alcanzados por sus crímenes.
Los Ojos de Cuervo 