La piratería ha encontrado en el internet un negocio muy lucrativo, sobre todo en los últimos meses del 2020. Todos presenciamos como miles de personas provenientes de latinoamericana vieron Mulán y The Mandalorian mucho antes de que estos contenidos salieran en la región.
Aunque, la piratería ayuda a facilitar programas y películas restringidas a personas que se les imposibilita pagar un servicio de streaming. También ha afectado a escritores que han sido víctimas de fraude.
Un crimen que parece sacado de un libro, donde hackers roban libros simplemente por la emoción, parece convertirse en una realidad para miles de escritores alrededor del mundo.
El fraude ha afectado a autores debutantes y casi desconocidos, al igual que escritores de gran renombre como Margaret Atwood, Jo Nesbø, Ian McEwan, James Hannaham, por mencionar algunos.
De acuerdo con las víctimas, los estafadores utilizan correos muy similares a los de las editoriales, además, manejan un lenguaje profesional normalmente usado por los editores, haciendo que las víctimas confíen en ellos. De esta manera, los estafadores logran obtener la última versión de los manuscritos y desaparecen.
“El verdadero misterio es el final”.– Daniel Halpern.
Lo que hacen con el manuscrito es un misterio, pues los responsables de la estafa no piden un rescate y tampoco parecen vender el texto en el mercado negro, dejando a las autoridades con más dudas que respuestas.
Hasta ahora se ha podido rastrear la actividad de los estafadores en Suecia, Taiwán, Israel e Italia, pero aún no se sabe si hay una sola persona tras el robo o está involucrado un gran grupo. Este gran misterio del mundo literario deja abierta la puerta a la imaginación, esperando a que un investigador descubra a los modernos ladrones de libros.
Fuentes
Los Ojos de Cuervo 